lunes, 19 de septiembre de 2016

"HISTORIA DE LA RENDICIÓN DE CUENTAS EN LA VIDA DEMOCRÁTICA DE MÉXICO"


Para comenzar a analizar lo que es la rendición de cuentas y los cambios que ha tenido a lo largo de la historia en nuestro país, es importante conocer sus orígenes, para así tener una noción más certera de la gran relevancia y los avances que esta tiene.

La rendición de cuentas nace con la democracia representativa, por lo que se ha podido deducir que implica la delegación de autoridad del electorado a sus representantes.

Además dentro de sus antecedentes nos remontamos a la democracia directa de Atenas,  donde la democracia griega no requería de mecanismos de rendición de cuentas porque los ciudadanos participaban de manera directa en los asuntos públicos, por lo que no se tenía que delegar a ningún representante para decidir por ellos.

Así también, en las monarquías la soberanía residía en el monarca, quien por principio divino recibía el derecho de mando, dado que su autoridad no provenía del pueblo tampoco tenía ninguna obligación de informar de su actuar ni de sus decisiones.

Comienza con la transformación de ideas sobre la legitimidad y sobre soberanía, ya que si la legitimidad del gobernante reside en su origen divino y si la soberanía reside en el monarca, la rendición de cuentas es un concepto vacío. A medida que la legitimidad evolucionó hacia la racionalidad weberiana y la soberanía pasó del monarca al pueblo, la rendición de cuentas adquirió contenido y relevancia.

Por eso se advierte que la rendición de cuentas apareció con el advenimiento de la democracia representativa, el gobierno representativo introdujo dos ideas novedosas: la soberanía popular y la representación. Dado que la soberanía residía en el pueblo, éste contaba con la facultad para delegar autoridad al gobierno para legislar y promover el interés general en contrapartida, el pueblo contaba con el derecho para exigir cuentas a sus representantes.

En lo que respecta a los orígenes históricos en México la adopción de una forma de gobierno con separación de poderes, gobiernos locales soberanos y una Federación a la cual se adherían, abrió por primera vez en México el debate, entonces muy imperfecto, sobre la rendición de cuentas, México adoptó como forma de gobierno una república representativa, popular y federal, y se dividió el “Supremo Poder de la Federación para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial”, por otro lado aunque la Constitución de 1824 estableció un sistema incipiente de rendición de cuentas y de fiscalización del Ejecutivo, adoleció, a la vez, de una parte central de los postulados de James Madison relacionada con los derechos de los ciudadanos.

Sin embargo, fue hasta la Constitución de 1857 que se establecieron, por primera vez, libertades y derechos ciudadanos como mandato constitucional para asegurar al ciudadano su defensa frente al poder del Estado, en donde se otorgó grandes poderes al Congreso para exigir cuentas al Ejecutivo, y dispuso, por primera vez, la existencia constitucional de garantías individuales.

Encontramos que desde el Constituyente de 1917, la expresión de rendir cuentas ya era parte de los debates, pero de manera limitada, el Plan Nacional de Desarrollo de la administración de Ernesto Zedillo, por ejemplo, dedicó incluso un apartado de líneas de acción a la rendición de cuentas, seguido por El Plan Nacional de Desarrollo de la administración del presidente Vicente Fox dio seguimiento al tema, Actualmente, rendición de cuentas es un término escuchado en cualquier discurso político o programa de gobierno.

Rendir cuentas se ha convertido en prioridad de los gobernantes. Muchas secretarías y organismos  han diseñado programas de transparencia y rendición de cuentas. Rendir cuentas se ha vuelto una prioridad, pero no siempre se entiende el significado global del concepto ni los mecanismos adecuados para diseñar un sistema eficaz y eficiente.

Por lo que después de varias décadas de lucha y negociaciones interminables, México cuenta ya con una democracia electoral que da el triunfo a quien lo obtiene en las urnas, aún con elecciones limpias y equitativas, muchos gobernantes siguen siendo insensibles frente a las necesidades y demandas de los votantes. México es ya una democracia formal, pero la calidad de sus gobiernos sigue siendo muy baja, en buena medida porque a pesar de ser electos por la ciudadanía, le rinden pocas cuentas a ella, hay dos vertientes que podrían aumentar la responsabilidad de los gobernantes, por un lado la visión en la cual se afirma que las democracias producen políticos buenos y virtuosos y que eso conduce al buen gobierno y por otro lado es diseñar instituciones de rendición de cuentas para que todos los gobernantes tengan que responder ante la sociedad Para elevar la eficacia y la eficiencia del gobierno en México, se requiere promover la transparencia de las instituciones de gobierno, establecer incentivos adecuados para limitar el oportunismo de los agentes políticos, aumentar la responsabilidad política de los legisladores mediante la reelección inmediata, mejorar los sistemas de supervisión del Ejecutivo y hacer efectivas las sanciones en caso de incumplimiento.

A manera de conclusión la rendición de cuentas encuentra sus antecedentes en Atenas, ya que en Grecia los ciudadanos participaban de manera directa en asuntos públicos, por un lado y los sistemas monárquicos consideraban que era a Dios ante quien respondía el monarca, por lo que en esas etapas la rendición de cuentas era irrelevante.

Las constituciones de 1824 y 1857 definieron la relevancia de organizar y controlar el  poder en México, sin embargo en la actualidad es imprescindible que pasemos de ser una democracia electoral a una democracia participativa, en la cual se fomente la cultura de la transparencia y la ciudadanía así como los gobernantes adopten la rendición de cuentas como un hábito, un estilo de vida.

 

BIBLIOGRAFÍA

·         Ugalde, L.. (2002). Rendición de Cuentas y Democracia, El Caso de México. septiembre 13, 2016, de Instituto Federal Electoral. Pp. 41-53. Sitio web: http://www.ine.mx/docs/Internet/Biblioteca_Virtual_DECEYEC/deceyec_DECEYEC/Cuadernos_Divulgacion_DECEYEC/docs_estaticos/cuaderno21.pdf

sábado, 27 de agosto de 2016

PARTICIPACION CIUDADANA EN LA RENDICION DE CUENTAS


¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA RENDICIÓN DE CUENTAS EN LA CONSOLIDACIÓN DE LA DEMOCRACIA?
Es importante comenzar por definir o que es la "rendición de cuentas", para así poder concretar de una manera más óptima la importancia de la misma ante la democracia.

Si bien es cierto a lo largo de las pocas actividades del programa hemos podido deducir que la rendición de cuentas es una traducción inexacta de la palabra de origen inglés --accountability--, que lo he mencionado  en la actividad anterior por un lado significa:  ser sujeto a la obligación de reportar, justificar o explicar algo, o ser responsable ante alguien de algo, por otro lado se  puede defini como la obligación permanente de las instituciones o autoridades  para informar de los actos que llevan a cabo como resultado de una delegación  que se realiza  y que implica sanciones en caso de incumplimiento.

Además aclarar que rendición de cuentas no es lo mismo que transparencia, es importante decir que con la rendición de cuentas nos aseguramos que las autoridades se responsabilicen ante alguien de sus actos, en ese orden de ideas,  con la transparencia exigimos a los funcionarios que actúen según principios admitidos por todos pues, frecuentemente lo que se le conoce como la necesidad de transparentar no es otra cosa sino: la necesidad de contar con el concurso y la aprobación del público.

En nuestros días contamos con un reto fundamental el cual consiste en: fortalecer las instituciones que hacen frente a esta gran labor, cuidar que el cambio se manifieste en beneficios tangibles y apreciables para amplios sectores de la población, ya que podemos observar su incremento, su pausado y lento desenvolvimiento y, una consistente dificultad para ubicar fechas y hechos precisos que marquen su inicio y final. Ahora bien, queda claro que la transición aunque pudo haber sido un proceso relativamente terso, de ninguna manera fue sencillo, gratuito o expedito, de tal manera que no podemos esperar que la consolidación democrática se comporte de manera diferente.

Nuestra transición a la democracia en México  se ha caracterizado por ser incremental y lenta, y para llegar a este punto se requirió de mucho tiempo y sacrificio y aunque en ocasiones el desencanto por la democracia cause penas autoritarias queda claro que los beneficios superan a los costos.

 En estas escalas de la consolidación democrática, la instauración de políticas de transparencia así como la promoción de una cultura de la rendición de cuentas son indispensables si queremos evitar los riesgos de un costoso e impredecible retroceso.

Por útlimo me gustaría comentar que si queremos alcanzar una administración pública responsable y eficaz, es fundamental que se valoricen y aprovechen los recursos, cuyo uso desenfadado nos ha costado a tantos por muchísimo tiempo, por lo que si bien ha resultado un gran avance la legislación del derecho a la información, no es suficiente la transparencia y acceso a la información para lograr lo que debiera ser una verdadera cultura, la de la rendición de cuentas, y aunque es un camino muy largo, no es imposible de lograr, aclarando que  se requiere de mucho trabajo en conjunto, tanto de parte de la administración pública, como de la ciudadanía en general.

 

  • REYES HEROLES, Federico “Corrupción de los Ángeles a los Índices” IFAI Cuadernos de Transparencia, México 2003

  • SCHEDLER, Andreas “¿Qué es la rendición de cuentas?” Cuadernos de Transparencia 03 IFAI, Agosto 2004