Para comenzar a analizar lo
que es la rendición de cuentas y los cambios que ha tenido a lo largo de la
historia en nuestro país, es importante conocer sus orígenes, para así tener
una noción más certera de la gran relevancia y los avances que esta tiene.
La rendición de cuentas nace
con la democracia representativa, por lo que se ha podido deducir que implica
la delegación de autoridad del electorado a sus representantes.
Además dentro de sus
antecedentes nos remontamos a la democracia directa de Atenas, donde la democracia griega no requería de
mecanismos de rendición de cuentas porque los ciudadanos participaban de manera
directa en los asuntos públicos, por lo que no se tenía que delegar a ningún
representante para decidir por ellos.
Así también, en las
monarquías la soberanía residía en el monarca, quien por principio divino
recibía el derecho de mando, dado que su autoridad no provenía del pueblo
tampoco tenía ninguna obligación de informar de su actuar ni de sus decisiones.
Comienza con la
transformación de ideas sobre la legitimidad y sobre soberanía, ya que si la
legitimidad del gobernante reside en su origen divino y si la soberanía reside
en el monarca, la rendición de cuentas es un concepto vacío. A medida que la
legitimidad evolucionó hacia la racionalidad weberiana y la soberanía pasó del
monarca al pueblo, la rendición de cuentas adquirió contenido y relevancia.
Por eso se advierte que la
rendición de cuentas apareció con el advenimiento de la democracia
representativa, el gobierno representativo introdujo dos ideas novedosas: la
soberanía popular y la representación. Dado que la soberanía residía en el
pueblo, éste contaba con la facultad para delegar autoridad al gobierno para
legislar y promover el interés general en contrapartida, el pueblo contaba con
el derecho para exigir cuentas a sus representantes.
En lo que respecta a los
orígenes históricos en México la adopción de una forma de gobierno con
separación de poderes, gobiernos locales soberanos y una Federación a la cual
se adherían, abrió por primera vez en México el debate, entonces muy
imperfecto, sobre la rendición de cuentas, México adoptó como forma de gobierno
una república representativa, popular y federal, y se dividió el “Supremo Poder
de la Federación para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial”, por
otro lado aunque la Constitución de 1824 estableció un sistema incipiente de
rendición de cuentas y de fiscalización del Ejecutivo, adoleció, a la vez, de
una parte central de los postulados de James Madison relacionada con los
derechos de los ciudadanos.
Sin embargo, fue hasta la
Constitución de 1857 que se establecieron, por primera vez, libertades y
derechos ciudadanos como mandato constitucional para asegurar al ciudadano su
defensa frente al poder del Estado, en donde se otorgó grandes poderes al
Congreso para exigir cuentas al Ejecutivo, y dispuso, por primera vez, la
existencia constitucional de garantías individuales.
Encontramos que desde el
Constituyente de 1917, la expresión de rendir cuentas ya era parte de los
debates, pero de manera limitada, el Plan Nacional de Desarrollo de la
administración de Ernesto Zedillo, por ejemplo, dedicó incluso un apartado de
líneas de acción a la rendición de cuentas, seguido por El Plan Nacional de Desarrollo
de la administración del presidente Vicente Fox dio seguimiento al tema,
Actualmente, rendición de cuentas es un término escuchado en cualquier discurso
político o programa de gobierno.
Rendir cuentas se ha
convertido en prioridad de los gobernantes. Muchas secretarías y
organismos han diseñado programas de
transparencia y rendición de cuentas. Rendir cuentas se ha vuelto una
prioridad, pero no siempre se entiende el significado global del concepto ni
los mecanismos adecuados para diseñar un sistema eficaz y eficiente.
Por lo que después de varias
décadas de lucha y negociaciones interminables, México cuenta ya con una
democracia electoral que da el triunfo a quien lo obtiene en las urnas, aún con
elecciones limpias y equitativas, muchos gobernantes siguen siendo insensibles
frente a las necesidades y demandas de los votantes. México es ya una
democracia formal, pero la calidad de sus gobiernos sigue siendo muy baja, en
buena medida porque a pesar de ser electos por la ciudadanía, le rinden pocas
cuentas a ella, hay dos vertientes que podrían aumentar la responsabilidad de
los gobernantes, por un lado la visión en la cual se afirma que las democracias
producen políticos buenos y virtuosos y que eso conduce al buen gobierno y por
otro lado es diseñar instituciones de rendición de cuentas para que todos los
gobernantes tengan que responder ante la sociedad Para elevar la eficacia y la
eficiencia del gobierno en México, se requiere promover la transparencia de las
instituciones de gobierno, establecer incentivos adecuados para limitar el
oportunismo de los agentes políticos, aumentar la responsabilidad política de
los legisladores mediante la reelección inmediata, mejorar los sistemas de
supervisión del Ejecutivo y hacer efectivas las sanciones en caso de incumplimiento.
A manera de conclusión la
rendición de cuentas encuentra sus antecedentes en Atenas, ya que en Grecia los
ciudadanos participaban de manera directa en asuntos públicos, por un lado y
los sistemas monárquicos consideraban que era a Dios ante quien respondía el
monarca, por lo que en esas etapas la rendición de cuentas era irrelevante.
Las constituciones de 1824 y
1857 definieron la relevancia de organizar y controlar el poder en México, sin embargo en la actualidad
es imprescindible que pasemos de ser una democracia electoral a una democracia
participativa, en la cual se fomente la cultura de la transparencia y la
ciudadanía así como los gobernantes adopten la rendición de cuentas como un
hábito, un estilo de vida.
BIBLIOGRAFÍA
·
Ugalde, L.. (2002). Rendición de Cuentas y Democracia, El Caso
de México. septiembre 13, 2016, de Instituto Federal Electoral. Pp. 41-53. Sitio web: http://www.ine.mx/docs/Internet/Biblioteca_Virtual_DECEYEC/deceyec_DECEYEC/Cuadernos_Divulgacion_DECEYEC/docs_estaticos/cuaderno21.pdf
No hay comentarios.:
Publicar un comentario